De idiotas hay en todos los lados
Son las 10.15 y acabo de entrar en la oficina, menos mal que con la cantidad de horas extras que hago me perdonan estas tonterías. Os pongo en situación: en el tren, si no estoy muy cansada, suelo ponerme en una esquina donde no molesto (de pie) y dejo los asientos libres a la gente que más necesita. Normalmente con la espalda apoyada en la puerta, la misma que el otro día casi me tira (sólo se abre en la parada que bajo, sino hay ningún accidente). Resulta que una señora, para mí una imbécil, ha decidido ponerse justo a mi lado. No sólo ha invadido mi espacio personal sino que encima se puesto de tal manera a agarrar la barra que había justo al lado que prácticamente me clavaba el codo en el ojo. No suficiente con eso, cuando cerca mío se ha quedado un puesto libre ha ido para allá, sin evitarme, por lo tanto se ha chocado completamente conmigo (yo estaba apoyada en una puerta, no podía retroceder mas). ¿Acaba ahí? ¡No! Resulta que la dos bajábamos en la misma parada, así que, t...