Cuando tendría unos 6 años se puso de moda las tortugas de california florida, pequeñas, adorables y nerviosas y por el módico precio de 100 de las antiguas pesetas tenías una. Mis padres nos compraron dos, la cuca y otra. La otra, por motivos que fuera murió, y para que no estuviéramos tristes compraron otras dos, que tampoco sobrevivieron y la cuca sobrevivía... Y la tía se zampaba los peces que comprábamos si decidían pegar un salto, ahí estaba ella con su ÑAM, haciéndose cada vez más grande. Entonces, la dejamos de dar gambitas y la dábamos lonchas de jamón dulce, salchichas frankfurt o sardinas, y bien contenta ella... hasta que se escapó. Un día, en una reunión de vecinos alguien informó que tenía una tortuga gigantesca en su piscina nadando, sí era la cuca... y pusimos medidas, y se volvió a escapar (de esto hace 7 años ya). Sea como sea, hoy nos ha venido una vecina a preguntarnos si era nuestra... Cuca era más grande, y con más mala baba, le gustaba corretear por el jardín y b