Normalmente, soy reacia a dejar mis libros (o cualquier cosa que tenga como base el papel...), porque en cierto sentido pueden ser dañados muy fácilmente, una vez más, me han demostrado que estoy en lo cierto. Mi hermano, necesitaba un libro que tengo yo: 'El perfume, historia de un asesino' , un libro que he leído hace poco y lo compré en un momento específico, así que además de lo que implica como libro, es un objeto que me trae buenos recuerdos. Al ser mi hermano, le dejé el libro, y para mi horror ya desde un inicio las puntas de la portada empezaron a doblarse, luego afectó a las hojas interiores y opté por forrarlo, cosa que no sirvió de mucha protección al maltrato que le daba. Hoy, ha culminado el desastre tirándole (sin querer, aunque él haga la broma que lo ha hecho a propósito) un vaso de Coca-Cola (no es publicidad, es lo que le ha tirado), arrugando (literalmente) la portada y dejando las páginas marrones... Cualquiera diría que el libro fue comprado el fin de se...