Los viernes por la tarde.
Mi horario laboral los viernes de de 8 a 3, por lo tanto cuando llega la hora de salir te toca la dura decisión de largarte a casita, comer a las 4 y meterte una siestaca hasta que se acaba el día o comer alguna cosilla por Barcelona y aprovechar la tarde. Yo casi siempre elijo la segunda opción y mi jefe también. Lo bueno de tener un jefe con el que te llevas de perlas, es que te vas el viernes por la tarde a comer. Habláis de chorradas, luego os vais a chafardear cositas, e impides que el otro compre auténticas burradas. Cuando el siguiente viernes, el objeto de deseo ya no está es motivo de cachondeo. Hay veces que nos acompañan otras personas o que vamos por separado por el motivo que sea, pero lo importante es impedir que el viernes acabe en la tan deseada siesta de los viernes. Ayer, le piqué con el tema de la fecha de mi cumple porque dice tener muy mala memoria.Pese a haberse enterado, a pasarle una de mis contrase...