Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como historias de una mente demente

Zuvi-relatos: PUM

(Cuento a modo twitter , un máximo de 140 carácteres por párrafo) El cielo enrojecido caía sobre los rostros felices de quienes creían haber conseguido sus objetivos... Nada sabían de lo que venía, ¡¡pobres desgraciados!! Así pues, volvieron a sus casas con esperanza en sus corazones. La maldición había caído sobre su pueblo, y nadie ni nada cambiaría eso. Pero la esperanza es lo último que se pierde y por lo tanto aún creían en la leyenda que se cumplía. La ceremonia ya se había realizado, ahora faltaban los resultados... ¡¡y vaya resultados!! Habían atraído al peor ser de los que podrían haber invocado, le gustaba alimentarse de los corazones nobles. Destruiría a niños, mataría a ancianos y al resto de la gente les esclavizaría. Mano de obra. Pero justo antes de que llegara ese ser, cayó un objeto oscuro y circular. Y se acercó y se acercó. E hizo PUM. Y destruyó el poblado para desgracia del ser malvado. Recordad : Morded o Seréis Mordidos     # Escuchando...   exist†trace; Under m

Zuvi-relatos: Rutina.

Si alguien es perezoso y prefiere escucharlo: que entre aquí Al amanecer, la ventana apareció abierta de par en par y aún así no notó frío en toda la noche, se desperezó y pensó que era mejor cerrarla, olía a tormenta. Se levantó, debía ya ser la hora de ponerse en marcha, se acercó a la ventana y comprobó que era cierto: allá en el horizonte la luz se volvía tinieblas. Inspiró lentamente sintiendo esa sensación electrizante que tanto le gustaba, apoyada en el marco notó que este iba a ser el mejor momento del día y cerró los ojos. Se apartó lentamente y cerró la ventana. Como cada mañana, entró en esa malita rutina que tanto aborrecía pero que tantas veces la había salvado de grandes despistes por estar demasiado dormida para pensar. Se acercó al espejo y vio su cara soñolienta, suspiró. Dejó caer los tirantes del camisón por los hombros para que este resbalara por su cuerpo. El camisón cayó al suelo, se miró casi desnuda en el espejo y no le gustó su imagen. Fue al baño donde acabó d

Zuvi-relatos: la dama cobriza.

Al mirar en la habitación, notó en seguida que algo iba mal, la dama cobriza había desaparecido. Parecía que alguien se la había llevado a la fuerza pues aquello era un auténtico caos de colores, la ropa, estaba toda esparcida por el suelo, la cama deshecha y el armario roto en pedazos, éste era el causante de semejante caos, como si alguien por alguna rabia incontrolable lo hubiera atacado con una especie de tornado dispuesto a lanzar por los aires todas las prendas guardadas en él. Entró con desconfianza, quería darse prisa pues temía lo peor pero su ya veterana experiencia le recomendaba precaución. Revisó la ropa, los enseres, la cama y no descubrió mucho más de lo que vio al inicio: una especia de tornado había asolado la habitación y la ocupante de ella había desaparecido. Salió, suspiró y miró hacia el pasillo preguntándose qué hacer, era su guardián y notaba que últimamente ella estaba un tanto ausente. Problemas familiares, de amigos o tal vez el anhelo de algún sueño sin cum

Plataformarol - Escribe tu historia.

Leído: El tercer Ojo, p.253 (T. Lobsang Rampa). Leyendo: El médico del Tíbet, p.36 (T. Lobsang Rampa). Escribe tu historia. Escribe tu historia. Escribe tu historia. Escribe tu historia. Escribe tu historia. Me habían mandado esta faena: escribe tu historia. Es fácil decirlo, pero es bastante más complicado hacerlo.... ¿Cómo vas a escribir tu historia si no recuerdas parte de ella? Sí, típico de oír, pero para aquellos que lo sufren, es algo nada agradable. Porque una historia ha de tener un inicio, un nudo y un desenlace, pero si no conoces el inicio te ves obligada a empezar en medio del embrollo y ya no es una historia normal. ¿Quién desea ser normal? Yo, así tal vez podría dejar de huir de la sociedad. No recuerdo cómo llegué, la verdad dudo qué pasó: un golpe, un accidente, un trauma o tal vez una bruja chalada que decidió limpiar todos los recovecos de mi memoria. Han probado miles de técnicas, pero no hay manera y ya me he acostumbrado. Al abrir los ojos, las cosas eran extrañ