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Obsesiones cíclicas

Soy una persona que tiene muchos problemas a nivel mental, soy alguien muy negativa, soy muy tóxica y soy muy auto-destructiva. Siempre hay un motivo por el cual me acabe arrepintiendo de mis actos y no pare de machacarme una y otra vez por cada paso que dé, no importa si es por haberlo hecho o dejarlo de hacer, la otra opción siempre será mejor. Todo eso se traduce en temporadas con el estado de ánimo por los suelos, donde la ansiedad y la depresión dominan mi mente y no hay manera de salir adelante. Con el tiempo aprendí que si tenía la mente ocupada, o mejor dicho obsesionada con una afición, ese estado disminuía lo bastante como para hacer que mi día a día fuera más soportable. Esas aficiones las machaco tanto, que al final muchas veces acabo asqueadas de ellas. Mi obsesión eterna (que a día de hoy no puedo abusar por la absoluta falta de tiempo), es la obsesión por la literatura en todos sus formatos, tanto lectura como escritura, tanto letra como dibujos: novelas, ensayos, co

Sólo importa el presente

A raíz de los últimos acontecimientos que ha habido este mes, hay un tema que he sacado bastantes veces y es que actualmente la gente busca beneficios inmediatos y rápidos y no apuesta por las inversiones a largo plazo. Es tanto a nivel personal, como laboral, tanto en negocios como en cualquier situación de esta sociedad "moderna". Ya no se tiene paciencia para lograr crecimientos estables y bien afianzados, sino que se busca el éxito inmediato aunque luego acabe en el olvido. Eso se puede traducir que no se contrata a gente para que aprenda y acaben siendo grandes profesionales dentro de la empresa, sino que se busca mano de obra barata que lamentablemente no controla del negocio como los expertos, que encima son menospreciados. No se busca formar nuevas generaciones, no se busca pensando en el futuro sino sólo en el presente. Sin olvidar que cada vez hay menos profesionales especializados que en muchos sectores hacen falta, porque al inicio el beneficio es poco aunque cu

Ilusa

Hoy es de esos días de mierda donde aceptar la realidad de que los pequeños detalles te importan mil veces más a ti que cualquiera, es una lección que jamás aprenderás. Que te implicas totalmente en cosas que a los afectados les importa un carajo. Que buscas apoyo moral en aquellos que entienden esa clase de problemas y sólo obtienes lecciones morales con verdades absolutas, en lugar de una palmada en la espalda y una mirada de comprensión. Que una vez más te sientes engañada, defraudada y estafada. Que en el fondo no sales perdiendo tú, sino terceros, inocentes y puros que no tienen la culpa. Que nunca te tomarán en serio, que nunca te harán caso. Que te vienen con palabras bonitas, huecas y falsas. Pero como eres una ilusa de mierda, lo volverás a intentar, para volver a llevarte otro disgusto, para volver a tropezar con la estupidez crónica de unos y la caradura de otros. Porque lo que a ti te importa, no importa a los demás. Porque las cosas son así, porque pocos te tomarán

Toda acción tiene una reacción

Útlimamente me he cruzado con situaciones bastante surrealistas en las que no entiendo muy bien en qué piensa la gente... Hace unos días, una señora subió en el tren con un carrito de bebé y una criatura que dudo que superara las 3 meses. Había bastantes sitios libres pero decidió sentarse al final del vagón posicionándolo justo delante de la puerta en la que se comunican los vagones. Varias personas intentaron entrar en nuestro vagón y al abrir la puerta se chocaban con el carrito. Obviamente, lo que menos te esperas es que alguien bloquee la puerta con un carrito de bebé, eso sí la cara de indignación de la señora porque golpeaban a su bebé no tenía desperdicio, sin pensar que tal vez era culpa suya haberse posicionado ahí. Mientras estaba comprando, me encontré que un señor venía totalmente rebotado echándole a la cara a la cajera que no le había dado el tíquet de la compra y la chica le dice muy sorprendida que él mismo había dicho que no lo quería. Indignado y ofendido, suelta

Cosas de ojos

Z: Dicen por aquí que vuelves a tener legañas, ¿y si te largas? Aunque JG dice que soy mala por hacerte leer. Z: Ahora es el dilema, ¿soy mala por hacerte leer que te vayas a casa? ¿Entonces soy mala por ser buena? JR: xD ...curioso dilema. Digamos que las buenas intenciones a veces pueden ser perjudiciales para terceros (aunque este no sea el caso) Z: Ya pero el caso contrario si soy mala no diciéndote que te vayas, soy buena porque no te hago leer, pero en el fondo soy mala porque te hago trabajar y leerás otras cosas, en consecuencia es, que siempre soy mala. Z: Mmmmm... JR: Veo un bucle en el razonamiento JR: U3001 ** Z: Y aunque intento ser buena mandándote a casa, soy mala haciéndote leer, pero en el fondo es bueno porque te daré dolor de cabeza y por lo tanto se te olvidarán los ojos, ¿entonces seré buena por los ojos y mala por la cabeza? Z: xDDD JR: jaja... déjalo así, no sigas ** Nota: Es un código estándar de error que tiene IBM para petes en un proces

Inseguridades

Hay realidades que son como son, no importa las veces que luches para cambiar esa realidad, si tu característica principal es la inseguridad, aparecerá cada vez que tropieces con una piedra. Da igual qué fortalezas hayas desarrollado o las veces que load hayas superado, aunque lo entierres a mil metros bajo tierra allí está,a presente, saludándote, recordando en cada momento que ahí está. Hola soy tu inseguridad, jódete pazguata porque te voy a amargar el día. Pues, muchas gracias. Recordad : Morded o Seréis Mordidos     # Escuchando...   Las noticias del mediodía

Arañitas

Vivo como quien dice en medio del campo. Eso se puede traducir que estoy acostumbrada a toda clase de bichos, de insectos. En el trabajo, cuando alguien ve una mosca un poco más grande de lo normal pega un salto porque es un "bicharraco" y a mí se me escapa la risa. Me gustaría verles con los moscardones de casi dos centímetros que aparecen por aquí, con esos mosquitos que si estiramos las patas son capaces de rozar los diez centímetros o esas diminutas cucarachas que gastamos por aquí. Pero por mucho que esté acostumbrada a insectos gigantes, siempre tengo un punto débil: las arañas. Soy aracnofóbica, pero un poco particular: si hay una araña en la pared y se queda quieta, no pasa nada. Si aparece una araña enana y salta encima mío, la soplo y listos. Si la araña se acerca lentamente, la soplo o aparto y no hay problema... ¿Entonces? El problema lo tengo cuando superan el centímetro y vienen corriendo hacia a mí. No chillo, no corro, simplemente me echo para atrás, me ap