El chico fiel.

Cuando fui a Burgos y nos robaron la comida del gatoso, aproveché que en el lidl hacían ofertas para mascotas para conseguirle un rascador nuevo: chiquitajo, ideal para meter bajo la mesa, que fuera feliz tumbado cerca de mis pies y tenerme controlada... Pero no esperaba esto:

- Cuando me levanto, y me voy por ejemplo a la despensa, cuando me doy media vuelta, descubro que el gato me ha seguido y me mira.
- Cuando me levanto, y voy a la cocina a prepararme un tazón de-lo-que-sea calentito, cuando miro a mis pies, veo que el gatoso entre mis pies, mirándome, momento que aprovecha para pedirme un poco.
- Cuando me levanto, y voy a la salita de estar a dar de comer a la cuca o tal vez a curarle los ojitos al loquillo, descubro que el gatoso está a mi lado.
- Si me levanto, para ir a la basura, descubro que el tío me acompaña hasta la esquina para ir a tirarla...

Y suma y sigue. Muchas veces que quiero que me siga, pasa de mí, pero cuando no me lo espero, cuando creo que está profundamente dormido tanto si voy a comer, o no, al baño o a buscar una hoja de papel, descubro que él renuncia a dejarme sola y se mantiene fielmente a mi lado. Para que luego digan de los gatos son traidores (bueno, este tal vez lo es un poquito porque en realidad quiere que le de cosas ricas para comer). :P

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

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