La lolailo.

Ya me ha pasado alguna que otra vez encontrarme situaciones surrealista mientras estaba a punto de pillar o dentro del tren.

Ayer, mientras volvía a barna después de una mini-visitita por casa para sobetear al peque y dejar unos cuantos trastos que adquirí, me encontré con una panda de amigotes rondando los 40, de los cuales uno iba toa mona y toa maquillá de sevillana. Era gracioso ver cómo la falda le iba corta, iba con zapatos de caballero y lo más imporante, tenía los dientes llenos de carmín bien colorado.

Sea como sea, pillaron el mismo tren que yo, y paseo para arriba, paseo para abajo, moviendo las caderas y unos cuantos pases de baile de vez en cuendo. Él se lo pasó bomba, sus compis se descojonaban mientras hacían fotos y el resto de los viajeros mirábamos el espectáculo con una sonrisa en la boca. ;)

Lástima de no haber llevado la cámara.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  el ronroneo de zenito.

Comentarios

Oskar ha dicho que…
Suena a despedida de soltero... o a esa edad, lo mismo era despedida de casado.

Besotes