El chico de la fila

En una de esas escapadas que la ansiedad me obliga a hacer tanto para cambiar el ambiente por un rato de la oficina por el bullicio del centro, como por intentar conseguir algo que intente suavizar esa angustia que se me sube hasta el inicio de la garganta, he acabado comprando un par chuminaduras para tranquilizarme. Una vez en la mano, he ido tranquilamente a hacer cola en los cajeros y me he fijado que delante mío tenía un muchacho que tenía la perfecta combinación de futuro impresentable, tanto en actitud como en presencia.

Estaba yo a lo mío, cuando veo que personajillo se me gira y me dirige la palabra, he tenido que enfocar todos mis sentidos porque no acababa de entender qué pasaba. A dos metros de la cola, había un stand con chicles y el chaval me estaba pidiendo permiso para ir a por chicles y no perder la posición de la cola. La verdad, esa sí no me la esperaba, ese chico con una pinta de soy el tío más chulo del planeta, me estaba pidiendo permiso para ir a dar dos pasos a la izquierda a por unos chicles. "¿Me dejas ir a por unos chicles", (¡Pues claro!) no sé qué ha sido peor si mi sonrisa de pues claro que sí bobo o la risa que se me ha escapado de lo absurdo que me ha parecido. Todo el mundo lo hacemos, vemos algo que se nos antoja mientras estamos en la cola y nos escapamos dos pasos a por ello, sin pedir permiso, otra cosa es que te fueras a recorrer la tienda por medio.

Lo más simpático de todo, ha sido verle que al darse cuenta de lo innecesario que ha sido (e imagino de mi reacción "mira que eres bobo"), que acabado rojo como un tomate y riéndose conmigo. Le ha salido ese lado tierno y tímido que aún tiene. Espero por su bien, que no lo deseche en favor de ser el más guay del barrio, porque ahí tiene su verdadera esencia interna.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Eluveitie; Celtos.

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