Ya estoy aquí

Una de las marcas que más me gusta de maquillaje es Inglot, no es que sea una gran marca con gran fama, pero puedes montar las paletas que tú quieras a tu antojo y gusto, motivo por el cual puedes personalizar totalmente lo que quieres usar.

Como soy una follonera, estoy "mal de la cabeza" y tengo una personalidad bastante particular, me hice con las chicas de la tienda casi desde la segunda vez que la pisé. Tú eres la chica de los verdes y colores oscuros. Ellas erre que erre con los coloretes y yo que los cojones en vinagre.

La última vez que me planté en la tienda, opté por la paleta más ambiciosa que tienen, la más grande, a riesgo de cagarla con los colores y tal. Hora y pico después, salí con un poti-poti de colores caótico como el que más. En casa, monté mi señora paleta y salieron unos repes.

Al día siguiente me presenté a la tienda para cambiarlos, otro horror elegir, pero al final lo logré. ¿Por qué cuento todo esto? Porque una de las chicas me preguntó si, tenía blog y si hablaba de maquillaje en él. Obviamente le conté que lo había abandonado y que ni de coña iba a hacer un blog de potingues.

Soy algo más que mis juguetes, mi nueva obsesión, soy mucho más que los potis y los cuidados faciales, aunque está claro, que ultimamente es mi tema más común de conversación entre cualquier tía con la que trate...

Lo más importante (y curioso) de todo esto, es que esa conversación es la que me animó a volver a activarlo.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Paramore; Feeling Sorry.

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