El elefante.

Hoy, después de tres meses... creo... ha sido la fase final. Me quedaba la guitarra que suele usar mi hermano en su casa, y después de largas y de centrarme en lo importante, me tocaba dar el paso e ir a recoger lo que era mío (nuestro). Tenía miedo, de explotar e insultarlo, de ser borde y ser maleducada... pero no me ha dado tiempo porque he tardado tanto tiempo en entrar como en salir y no he parado quieta ni un segundo en su casa. Entro, toma, cojo y me voy.

No sé que esperaba que sucedería, él quería ir de colega, yo no, estaba cansada, levantarte a las 6 cada día y pasarte 7 horas programando porque sí no es descansado. Me fastidia haber tenido que ir YO a su casa, me fastidia porque una vez más ha demostrado su falta de interés y de poner de su parte...

Y encima el dichoso elefante, la otra vez lo olvidé a propósito, pero como me dejé sin querer la guitarra, pues me lo he comido. No es nada es pecial, es un elefante del ikea que compró para que tuviera en su cama, pero una cosa es que estuviera en su cama y otra es que lo tenga que ver yo a diario en la mía.

Pena que ningún crío haya mostrado interés por él en el camino de vuelta. Sea como sea, ahora sí que todo ha acabado, soy libre para mandarlo a la mierda.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Muse; Starlight.

Comentarios

UnaNada ha dicho que…
siempre puedes regalar el elefante a alguien, donarlo a una guardería o mil cosas ;)