La dedicatoria.

Hoy, al abrir el siguiente libro que iba a leer, he visto con sorpresa que fue unr egalo de cumpleaños del Pestoso, y me ha venido en mente todo lo que pasó entonces, me ha venido en mente esa inocencia estúpida que tenía yo 5 años atrás y que poco después me reventaron y destrozaron, me vino a la mente esos dos años de absoluta reconstrucción y como han cambiado las cosas...

Pero la verdad es que echo de menos esa época, y le echo de menos a él. Echo de menos esa mirada azul con carita de inocencia, esa forma de reirse a modo gigante por cualquier cosa que hiciera, esas ganas de darme todo sin rechistar aunque estuviera en contra de sus ideales, esa protección del mundo real que me regalaba a cada momento. Echo de menos nuestros sueños absudos de futuros improbables y esas ansias de que existiera lo inexistente, esos silencios nada forzados, que no hacía falta saber por donde divagaba la otra mente.

Pero hubo un momento en el que dije basta y corté todo aquello, porque de sueños no se vive, y aunque ahora lo echo mucho de menos, sé que es lo correcto. Pero no puedo evitar cuando veo su letra infantil y sus dibujitos, y su particular forma de declarar sus sentimientos, volver atrás y volver a refugiarme en aquella burbuja de falsa felicidad en la que vivíamos. Tal vez entonces no era yo al 100%, pero era jodidamente feliz y me olvidaba de todo cuando estaba a su lado. Y cuando me viene todo esto en mente, me agradezco a mí misma haberle obligado a dedicarme todos los libros que me regaló, porque me aportó demasiadas cosas buenas, tantas, que a veces me olvido de ellas, y abrir un libro y ver sus palabras, me recuerda aquellos momentos, que pese a sus defectos, eran buenos y llenos de esperanza.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Theatre of Tragedy; And When He Falleth.

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