Drogándome...
Son las 5.26 de la madrugada y aún no me he ido a la cama, es más estoy dudando seriosamente de esperar a que amanezca y seguir enganchada a esa pantalla beige donde aparece de forma mágica y casi de forma incansable letras y más letras.
Y es que cuando estoy leyendo, me olvido de todo: los problemas, las angustias, el futuro, el pasado, los errores, las victorias, nada de esto tiene importancia. sólo hay alguien ajeno a mí pero que acabas pillando cariño, vive y desvive por salir adelante, pero él/la sufre no yo. Son fuertes, valientes, son listos y resisten. Cuando aparto los ojos de esa pantalla, toda la alegría desaparece y cae encima de mí esa miedosa realidad que tenemos en nuestra rutina. Quiero seguir leyendo, pero ya veo borroso, llevo ya cuatro horas viendo borroso, debería cuidar más mis ojos, pero hay momentos que todo da igual, necesitas desconectar y yo sólo lo logro de una manera. 6 horas leyendo, palmeando, gritando y disfrutando, me vuelvo una niña: infantil, chillona y alegre, luego vuelvo a ser la misma mierda de siempre. Odio el bajón cuando apago el cacharrito o cierro el libro...
Y como comentaba mi padre a Don Quijote, le pillaron manía porque se los libros le resecó el cerebro y le volvió loco. Encima, estaba obsesionado con los molinos. En mi caso, el cerebro aún es algo cuerdo y lo que se está resecando son los ojos.
Bendita y maldita droga, no me quites los libros que me da algo, pero no me des tantos que me vuelvo loca.
Recordad: Morded o Seréis Mordidos
# Escuchando... la nada.
Y es que cuando estoy leyendo, me olvido de todo: los problemas, las angustias, el futuro, el pasado, los errores, las victorias, nada de esto tiene importancia. sólo hay alguien ajeno a mí pero que acabas pillando cariño, vive y desvive por salir adelante, pero él/la sufre no yo. Son fuertes, valientes, son listos y resisten. Cuando aparto los ojos de esa pantalla, toda la alegría desaparece y cae encima de mí esa miedosa realidad que tenemos en nuestra rutina. Quiero seguir leyendo, pero ya veo borroso, llevo ya cuatro horas viendo borroso, debería cuidar más mis ojos, pero hay momentos que todo da igual, necesitas desconectar y yo sólo lo logro de una manera. 6 horas leyendo, palmeando, gritando y disfrutando, me vuelvo una niña: infantil, chillona y alegre, luego vuelvo a ser la misma mierda de siempre. Odio el bajón cuando apago el cacharrito o cierro el libro...
Y como comentaba mi padre a Don Quijote, le pillaron manía porque se los libros le resecó el cerebro y le volvió loco. Encima, estaba obsesionado con los molinos. En mi caso, el cerebro aún es algo cuerdo y lo que se está resecando son los ojos.
Bendita y maldita droga, no me quites los libros que me da algo, pero no me des tantos que me vuelvo loca.
Recordad: Morded o Seréis Mordidos
# Escuchando... la nada.
Comentarios
Buen camino, largo camino...
"Mesura, Simón, mesura ..."
Año Mariano
Bueno hasta mañana, pero lo que importa es que ¡¡¡estoy de VACACIONES!!!
La única duda que me queda es: Quién vive? Ellos para tí? o tú para ellos?
Pd: Muérdeme si quieres, soy aire.
Pero cuando los ojos empiezan a doler, mejor parar :p
Besos!