El susto prepotente.

Son las 10.59, tenemos la persiana bajada hasta la altura de la cintura y más de 800€ en la mano cuando entra un idiota resbalando de rodillas, pega un salto y grita ¡entrada triunfal!, las dos nos quedamos paralizadas del susto y suelta que quiere comprar tres chupa chups.

Z. No.
I. Pero...
Z. La persiana está bajada.
I. Perdona, está medio bajada y yo sólo quiero tres chupa chups.
Z. Que no joder (borde ya).
I. Perdona pero yo no te he hablado mal.
Z. No me jodas, como te vean dentro nos meten un puro que no veas.
I. Oye, yo te he hablado bien, si no se puede me voy y ya esta.

Claaaro, y no pasa nada, porque la persiana sólo está medio bajada, y claro eso le da derecho a entrar y encima que le tratemos bien, porque claro, es que aquí el subnormal no respeta nada pero hemos de ser educadas. Y una mierda, ¿quién coño no nos dice que es un chalado con navaja o un arma? Venga va, no me jodas. Y claro, la cosa está que encima no tenemos derecho a cabrearnos...

Una vez más el cliente NO tiene la razón, y el muy subnormal no se da cuenta, está medio-bajada porque el cerrojo para la persiana está fuera. Lo más divertido de todo es que dos minutos antes le habíamos dicho que no a su novia (su amiga, su amante o lo que sea).

De subnormales hay en todo el mundo, y un día de estos, uno de ellos va acabar con una caja registradora por sombrero. Me tienen hasta las narices.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  AI-SAICHI; Before Dawn.