Las pequeñas alegrías de la vida.

Estaba con cara de asco en la tienda, aburrida ya con la mente en blanco sabiendo que aún me quedaba una hora cuando aparece por sorpresa n37 en la tienda. No sabía cómo reaccionar pues es la primera vez que me vienen a buscar al trabajo sin que lo haya pedido yo antes, en realidad es la primera vez que alguien que no es familiar me mete semejanta sorpresa. Algunas ya olidas, sí, pero así, porque sí, porque te acuerdas de mí y ya está es la primera vez.

Con cara de boba, le pregunto qué haces aquí, nah que bla bla bla. Tonta, a cuadros, mareada, cansada, flipando y sin pegar saltitos porque tampoco estaba con muchas energías extras. Luego unas risas cerca de mi casa, energía de bajo las piedras para pegar saltitos, aparece mi hermano, más risas y para casa, con la sonrisa gilipollas con la certeza de haber sido uno de los momentos más felices de mi vida.

Y es lo que se dice, cuando se tiene tan poco (en según que cosas) cualquier tontería puede ser la cosa más maravillosa del mundo. Gracias. :)

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Oomph!; Schisma.