Para qué.

Decidí darle un mes de margen de descanso, tranquilidad, sin molestias, silencio para que pudiera recomponer sus ideas y encontrarse a él mismo después de cortar. Ahora me acusa de haberle olvidado, de que me sienta muy bien estar sin él y todo lo demás.

Por un lado me dicen que debo seguir luchando por dejar de sentirme culpable por cada desgracia suya, de dejar sentirme responsable por su vida, pero cuando estaba a punto de decir lo he logrado, llega su dedo acusador...

Y vuelve ese sentimiento de compromiso, de pensar que podrías haberlo hecho mejor, de que no te sacrificaste lo suficiente y por mucho que me digan que él tiene su vida y que ha de tirar adelante, mi mente vuelve a plantear la palabra segunda oportunidad tirando por los suelos todas mis esperanzas de un futuro diferente.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Warcry; El guardiían de Troya.