Hoy...

Hoy hace una semana que dejé la empresa. Realmente parece que haya pasado mucho más de una semana, pero no me extraña, ha habido tantas novedades que mi mente aún ni se ha adaptado (y la pobre está sufriendo mucho).

La verdad es que la marcha de la empresa fue un tanto especial, no miento si digo que temía ese día, conocía las tradiciones de pastitas y demás tonterías y sobre todo, me aterraba que se les hubiera ocurrido hacerme algún 'detalle'. Mi mente me avisaba que saldría en silencio, sin llamar mucho la atención, por una puerta secundaria y que menos de diez personas se acordarían de despedirse (y tenía razón), pero mis miedos...

Y me marché de la empresa, pero no sin antes enviar un correo a unas 250 personas, todas aquellas con las que había tenido algún trato. Si no hubiera sido por este correo, seguramente ahora tendría las puertas abiertas, unas puertas que me abrían los mismísimos jefazos para cuando quisiera volver, pero lo tiré por la borda a cambio de arrancar una sonrisa a aquellos que me caían bien.

Con un buen chasco descubrí que aquellos/as que esperaba que me dijeran algo, pasaron de mí, en cambio gente que ni conocía de su existencia o simplemente de cruzarme por los pasillos, empezó a enviarme correos, quejándose que no se lo hubiera enviado a ellos/as. Es en momentos como estos que te das cuenta que los planes jamás salen como te los esperas, pero sobre todo, que a las empresas jamás se va a hacer amigos.

Saludos.

PD: Si alguien quiere el correo de despedida, que lo pida, es que es un tanto largo para postearlo.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Nightwish; A Ghost Between Us.