Buenos días.

Leyendo: Añoranzas y Pesares III: A través del nido de Ghants, p.425 (Tad Williams).

Después de sonar las cinco alarmas del móvil (una cada cinco minutos), un aviso de mi madre de que era ya y media, y una más de otro despertador, he conseguido arrancarme las sábanas y levantarme. Como no tenía muchas ganas de elegir, me he puesto la ropa usada ayer por la tarde para acompañar al Apestoso a la estación y he bajado a desayunar. Mi padre ya estaba levantado, encendiendo la televisión para la corrida de los San Fermín (mi hermano iba a correrlos, pero ha perdido dos aviones seguidos). Mi tío se ha levantado comentando que arman mucho jaleo mis despertadores (mira tú qué pena). Desayuno, preparo las cosas para irme y me despido de mi abuela, que se larga otra vez para su casa (en un pueblo de la provincia de Burgos: Villadiego) dándonos un descanso después de 10 meses conviviendo con ella.

Tras confirmar a mi madre que le he dado un beso a mi abuela, me despido de mi tío que esté despierto (mientras que el otro está dormido), deseándole un aburrido viaje y me voy a trabajar. Un rato antes había observado que en el móvil no había ningún mensaje y me he marchado mosqueada: una vez más el Apestoso se ha olivdado avisar que ha llegado (4.30h).

De camino al trabajo, me encuentro con un japonés que me pregunta dónde está nosequé recinto de la universidad (en inglés). Después de mirar el plano, me he localizado y con un chapurreo de lo más cutre, le he dicho a dónde ir (una vez más me regaño por no solucionar mi problema que tengo con el vocabulario de ese jodido idioma). Cuando ya se ha ido, recuerdo que he orientado mal el mapa, poniéndolo a 90º del ángulo correcto. La conciencia quiere remorderse, pero la digo que se calle.

En el trabajo ya, me pongo a hablar con él y me pone la excusa que en Talavera estaba todo apagado, que se había puesto a jugar a Constantine matando demonios con un trozo de tela y fuego (pero que él lo hacía con el móvil) y que por eso me ha mandado un mensaje muy tarde (7.45), friki de mierda... Además de protestar que había que tenido que subir las escaleras hasta un sexto (jódete).

Y empieza la sesión continuada de trato de cheques, pagarés, base de datos de clientes (un aburrimiento, vamos). Pero hoy, el becario no está porque se encuentra mal (un lunes a primera hora que se encuentre mal... yo también y voy a trabajar). Por otro lado, recibo una llamada ultra-urgente sobre un cliente sin desbloquear porque paga a más de 30 días fecha factura, que es muy urgente y de la semana pasada. Voy a mi superior y se lo comento. Al rato, empiezan a llover montones y montones de cosas pendientes que tenía él y me toca rebuscar entre los miles de correos quién eran los implicados, entre ellos, una me comenta que creía que nos habíamos olivdado de ella. Le he soltado que he amenazado a mi jefe de pintarle los bigotes al modo de Dalí si no me decía nada de todo lo pendiente que tenía mío. Ahora que lo pienso... ¡menos mal que no lo he hecho, lo mal que le quedarían esos bigotes! Aunque al menos, nos habríamos reído un rato todo el departamento y yo ahora, tendría vacaciones durante todo el verano.

Saludos.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Manowar; Master Of Revenge.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No es un trozo de tela normal, se supone que es un trozo de tela de la sabana santa, por eso su luz al quemarla destruye a los demonios menores y ciega a los que son algo mas cachas... y no soy un friki de mierda, soy un experto en posibles tacticas anti alienigenas de futuras invasiones (Fanhunter rules ^_^)