Torturas peluchiles.

Conociendo mi debilidad antes esas cosas peludas, muy monas y achuchables, decidió conseguirme uno más en las ferias. Dudó entre una araña de patas largas y un perro cutre-hortera con lacitos rosas en la cabeza, ojos azules lloricosos, carita de pena y un 'te quiero' en forma de corazón. Es evidente lo que consiguió, ¿no? El perro cutre-hortera.

Y me lo traje a casa porque me iba bien de almohada para el viaje, inocente de mí que creí que no me haría absolutamente nada.

Ahora temo entrar en la habitación, porque ella está ahí, me pedirá que la abrace y no podré evitarlo. Él lo considera un gran logro, porque así saca la niña que hay en mí anulando mi parte más violenta, agresiva y arisca, potenciando mi parte mimosa y agradable...

Y me pregunto yo que si no tendrá en cuenta que yo ahora necesito sacarme los exámenes, que tengo que estudiar, que temo mirar más allá de los apuntes... porque si alzo la vista y la veo, tendré que ir a abrazarla, a acunarla y lo peor de todo: a meterme en la cama un rato con el jodido peluche porque sino no me libro de la maldita tontería que me entra encima.

¿Contento?

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Ozzy Osbourne; Iron Man.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Mucho ^_^, y dejame disfrutarlo ahora que he conseguido regalarte algo que te gusta (aunque refunfuñes xD) jeje
A ver si encuentro un Sephiroth con carita mimosa... (me da que no U_U)
el santo job ha dicho que…
pooooobre peluche, ahí, to tirao en la cama. Ponlo a estudiar contigo, o pacta un plazo de achuchones. Además, en exámenes también va bien sacar el niño que hay dentro de uno.
Un saludo!
Anónimo ha dicho que…
¿También coleccionas las etiquetas de los precios de los libros?
Lo tuyo no es normal.
Zuviëh S.F. ha dicho que…
xDDDDDDDD

Y le dije al Apestoso que quería que salieran las etiquetas, porque molan. Lo malo es que a la hora de dormir, algunas se me enganchan en el pelo. Recuérdamelo, y explico cómo empezó esa locura tan divertida.