R.I.P.

Un día más, después de sonar 6 despertadores, he pensado que las alarmas, son marcianos y bichos raros que han dado la lata mientras soñaba, ¡qué hijos de puta eran!. Y con un salto al abrir por eso de que era más tarde de lo que esperaba (5 minutos para ser exactos), me he despejado al instante. Y como felino aficionado al agua (no es ninguna contradicción, porque yo jamás me contradigo) he entrado en la ducha, pero antes he paseado desnuda para conseguir el albornoz y salir corriendo a la habitación de mi madre para estamparte mi pie derecho en la cara para que viera que el callo, porque había disminuido considerablemente. Ella creía que lo había eliminado hasta que de un acercamiento más brusco, se ha fijado que aún queda medio milímetro por destruir.

Y después de la ducha, con más sueño aún, he bajado desnuda y descalza al garaje a buscar el pantalón negro limpio, cuando he caído en la cuenta que sin ropa interior no podía ponérmelo (vale es coña, he bajado con ropa puesta que me he quitado abajo, pero es que ahora mismo tampoco lo tengo claro). La ropa limpia que no me he puesto la he subido a la cocina. Iba a desayunar (y ahora que caigo, la ropa se ha quedado en la cocina todo el día, dios...), el desayuno sencillo y normal. Y ya llegaba tarde, pero tenía que preparar los vendajes de los pies, uno para el maldito callo que no se va y otro de protección a las rozaduras provocadas porlas sandalias nuevas.

Ya lista, con sandalias medio cerradas y calcetines (que quedará mal tú, pero los pies ni sudan, ni tienen calor, ni se enguarran, si se rozan y encima están cómodos). El resultado ha sido salir tarde de casa, ir cojeando hasta la cuesta de los mininos de camino a la universidad, donde como cada día hago la gran llamada felina con la esperanza de que uno me siga hasta la empresa y tener distracción todo el día. Nanai, los gatos quieren comida no ir a la empresa de la chalada esta que los llama haciendo ruido con una bolsa de plástico.

Y sin gatos, cojeando, llegando tarde y con el sabor del desayuno en la boca, he llegado al trabajo. Hoy no han dado mi tarjeta de identificación a otra que vaya de negro (menos mal), pero cuando he entrado en mi departamento, he visto que está lleno a rebosar, ayer llegaron cuatro chicas nuevas. Esto ya no será lo mismo, y encima el lunes viene un nuevo jefe...

El chollo ha muerto.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Enya; Only Time.

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