Estoy por arrancarle los dientes...

Cada noche tenía el mismo problema, con los mordiscos que le dedicaba a los barrotes de la jaula, la maldita chinchilla, provocaba tal estruendo que en mi sólo la oía a ella y yo no podía dormir. La primera opción fue darle maderas, desde lápices a palos de helado, si era un lápiz optaba por golpear con el todos los barrotes (cabrona) y si era un palo de helado, se quedaba feliz, silenciosa y contenta... durante 5 segundos. Un día ya harta de ese problema, opté por mandarla al cuarto de baño (con jaula incluída) para que me dejara en paz. ¿Cuál fue el resultado? Noches de descanso con un ruido ya mucho menos escandaloso y a veces asuente, ella tenía su territorio y yo mi silencio.

El problema empezó cuando me iba a lavar los dientes a la noche, ella estaba despierta y me miraba con carita de pena. Cometí el error fatal de sentir lástima y dejar la jaula abierta mientras yo estaba por el baño. ¡Corre!, chinchilla, ¡corre!, corre ¡libre! por el cuarto de baño...

Ya se hizo una media tradición, que cuando ella me intentaba llamar la atención le abría la puerta hasta que me marchaba y tenía que volver a su querida jaula. Eso ya no le gustaba y toda la noche se vengaba. ¿Cómo? Mordiendo a mala baba los barrotes de la jaula haciendo mucho mucho ruido.

Maldita chinchilla, qué egoísta es. Ella sólo piensa en correr, ¡correr!, correr ¡libre! por el cuarto de baño. En fin, voy a sacarla un rato (a ver si se calla).

Saludos.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  BSO Jungle Wa Itsumo Hale Nochi Guu.

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