SIGH.

Érase que ser era, un anonimato que le gustaba llevar capas rojas y pinchos naranjas. Era feliz haciendo uso de la contradicción en el mundo real, pues todos sabían y conocían la existencia de ese anónimo tan follonero...

Un día, conoció a una envidia feliz y contenta que arrancaba todas las cabezas de Barbie que se encontraba por su camino, aliviando la amargura de las pobres esclavas que se veían obligadas a disfrutar con esas asquerosidades. Al inicio, pensó que era como el resto de las otras hasta que al mirarla a los ojos vio un brillo de demencia jocosa y absurdez lógica...

Envidia se fijó en ese tío estrafalario que intentaba ser un anonimato (llamando más la antención que otra cosa), y le sonrió. Ahora ya tengo con quién jugar, pensó. Se acercó y le dio la mano, haciendo al anonimato, el estrafalario más feliz del mundo.

Le propuso un juego: a ver cuánto te atreves a confiar. El otro accedió (con tal de estar cerca de ella), así que se puso el trozo de tela en los ojos que ella le ofrecía y se dejó guiar. Ella, tranquila y disimulando, le llevó a un barranco y le pidió que diera un paso más. Él confió y el anonimato murió.

Ella, feliz y contenta, fue en busca de más Barbies a las que destrozar.

FIN.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Warcry; Capitán Lawrence.

Comentarios

Inner Sanctum ha dicho que…
Yo nunca tuve una Barbie. ¡¡Arriba la Chavel y las muñecas underground!!. Tengo resquícios... Ñiñiñi

BKvxx.
Zuviëh S.F. ha dicho que…
Yo tuve de todos los tipos
Anónimo ha dicho que…
No me fío ni de mi sombra, pero no me asusta correr riesgos. Lo que peor se lleva son los amigos (bueno, los que deciden por fin mostrarte que no lo han sido nunca).

Quien sabe, algún día quizás de ese paso, y me daré cuenta de que no necesito pisar el suelo para existir, que tanta seguridad es mero espejismo.

Algún día ... morderé.
Anónimo ha dicho que…
¿Soy el único que no entiende nunca nada o qué?

No me llames confuso por tener una confusión.

Saludos confusos.