Palabras bonitas.

Oh, sí. Hay cosas que suenan genial, son preciosas contadas bajo la luz de la luna paseando por la playa, o tal vez en ese momento mágico en que ha pasado esto o eso otro, o tal vez en una situación crítica donde el desenlace puede ser duro o cruel o tal vez jodido.

Esas cosas, son preciosas en el momento adecuado, y normalmente da mucha vergüenza decirlas (o no se quieren decir). ¿Pero qué pasa si alguien se acostumbra a hacer uso de ellas o tal vez pierde el temor a decirlo? Que ya no clasifica, que le da igual lo que pase y lo suelta. Lo suelta una y otra vez. El resultado es evidente, la magia se pierde y empiezas a ignorar esos comentarios.

Y sí, las palabras bonitas lo son si tienen un motivo por ser dichas y no porque sí, sino porque ese momento es 'mágico' (o especial). Es como los 'caris', 'churris', 'amores' y demás tonterías, ya lo tomas por un nombre y no por lo que es: una muestra de sentimientos. No sé los demás, pero yo aborrezco rápidamente ese tipo de comentarios (declaraciones de amor o sentimientos varios), y aún más si los he oído demasiadas veces.

Un día de estos, detrás de un te quiero (o mientras) abriré la boca aburrida y preguntaré si abrimos una bolsa de patatas fritas.

Saludos.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

Comentarios

Javier ha dicho que…
Me gustas¡¡¡ por lo que escribiste, sí... sin duda.

bsss
Anónimo ha dicho que…
Totalmente de acuerdo. ¿No es increíble? ^^
Okok ha dicho que…
jejeje empiezas a ver el lado oscuro :P