Walki-talki para abuelas.

Aunque esté ingresada, recomiendan fervientemente que la traigamos a casa los fines de semana (no sé para qué, pues se está más quieta en el hospital). Ya está aquí. Desde que ve la casa, se le nota cierta iluminación en el rostro que en el día a día, encerrada en esas habiaciones de color lila y verde (wow, ¡qué potito!) no le aparece.

Y ayer, para poder hacer cosas por la casa, le dejé un escucha-bebés en su habitación, con el que supuestamente me debía de llamar (porque tenía el receptor) en caso que necesitara ver la televisión, ir al baño, comer algo o lo que fuera. Dos veces aparecí allí porque pasaba algo sospechoso. En una, casi se cae por coger el mando y en la otra, me había apagado el escucha-abuelas-que-no-quieren-ser-escuchadas. Hoy volvemos a estar solas, así que como necesite algo que grite o que use el tring-tring de la campanilla con el que antiguamente nos despertaba mi padre para avisar que era hora del chocolà (el domingo, a primera hora de la mañana).

Saludos.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...   Epica; Veniality.

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