Desde pequeños...

Y volvía yo en en tren desde Barcelona a esas horas puntas que has de controlar contínuamente el bolso por si acaso alguien tiene la tentación de meter mano en él y quitarte alguna posesión tuya. Estaba cansada, las entrevistas no habían ido como yo deseaba, cuando noté contínuamente que alguien me tocaba el bolso. Había una niña de 2-3 años detrás mío y supuse que con los pies (pues estaba en un carrito) lo iba rozando accidentalmente.

Inocente de mí, dejé de hacer caso a los ataques, cuando un tirón un poco bruto hizo que me girara y vi cómo el padre, todo avergonzado, regañaba a la cría porque se había encaprichado de una de las chapas que llevo (foto). No conforme con ello y viendo que no podía llevársela, decidió atacar al Monito 'ijjijjji ijjijjji I love you' que tengo colgando de ella. Me hizo gracia y como comprendo esa aficion a los peluches, se lo acerqué y le enseñé lo que hacía si le apretabas al botoncito.

Tres veces arrancó la chapa y por suerte, mientras intentaba recolocarla (por tercera vez, evidentemente), llegó la hora de bajarme del tren sin mirarle a la cara a esa renacuaja que seguro que ponía ojitos de 'regalamelooo' y con tres años, no razonan que el que da de lo dao queda condeanao.

Saludos.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...   Scorpions; The Same Thrill.