Vomitona a modo de sifón.

No hay nada que me de más vergüenza que mostrar alguna forma de debilidad delante de desconocidos. Ayer, en el hospital dejé todo el cuarto de baño (excepto el techo) lleno de ese líquido tan agradable que se echa por la boca cuando algún alimento te sienta mal.

Algunos dicen que es porque no aguanto el olor del hospital, otros porque no sé resistir los gritos de angustia de los enfermos, otros afirman que eso de dar de comer a una vieja decrépita me sienta mal o que beber agua demasiado rápido ha sido la causa. Nadie ha contado con una bajada de tensión mientras estaba de pie, que la angustia de los que me rodeaban han completado la acción.

Sea como sea, las manos aún me huelen mal y así olerán durante una semana o más. Sigh.

Saludos.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...   no-se-qué de un tal Wifli.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Lamentable bagaje para una futura veterinaria.
El corrompido ente sale por la boca de la diablilla.
Pena penita pena, de un poble corazón.
Anónimo ha dicho que…
Sagerá... te falta desarrollar tu lado Barbie :D métete en la bañera con unas gotas de jazmín y un .. (mmm... ¿del 83? me llevo una... sí.. sobra) un porrito de hierba. Éxito garantizado ;)
Inner Sanctum ha dicho que…
A mi los hospitales también me sientan mal. Me mareo, me imagino a la gente deambulando sin sentido concreto con caras de desesperación por los pasillos, mi tez emblanquece y siento que pierdo mis fuerzas..¡todo un caso!. Ahora parece que lo llevo mejor :D.

Bxx.