Sí, muy buena madre.

Esta mañana, mi madre me ha despertado dándome una noticia ya esperada: una de mis gatas ha criado. Al rato después, he bajado a la piscina-desván a ver cómo estaban la madre y sus crías, bien, la madre al verme ha venido corriendo a restregarse por mis piernas ignorando a los recién nacidos. Me he asomado y he visto dos preciosas bolas peludas negras durmiendo que de vez en cuando soltaban un maullido-gemido, aunque de golpe y porrazo he oído maullidos de socorro y no salían de esas dos... Había más.

He buscado y en una caja con una montón de lana destrozada, habían dos crías más pero heladas, asustadas, sucias y lo que es peor liadas entre la lana. Las iba a coger para colocarlas con las otras cuando he notado algo húmedo: la placenta. Pongámonos en situación: la lana se ha enredado en el cordón umbilical que aún estaba atado a la placenta, el resultado es una trampa mortal para los mininos.

Horrorizada, he subido corriendo, he calentado un poco de agua y he cogido algo de papel con la esperanza de así poderlos liberar. Intento fallido. He vuelto a subir. Y mientras iba informando a la familia de la situación, he cogido unas tijeras, más papel y he vuelto a bajar. En el minuto que he estado ausente, otra de las gatas, ha intentado ayudar cogiendo a los bichos y subirlos donde estaban los otros. Sólo he visto el resultado, un gato chillando colgado por el cordón mientras su madre le olía porque no entendía por qué volaba. Me he quedado sorprendida porque la gata que quería ayudar había arrastrado la caja que pesaba bastante mientras intentaba sacar al gatito de allí, ese cordón debe tener mucha resistencia.

Después de un cuarto de hora y una visita de mi padre para ver el desmadre que se había organizado, he conseguido liberarlos. Estaban asquerosos, el agua estaba aún caliente, así que los he metido y he subido corriendo para buscar algo para secarles. No miento si digo que esas dos cositas ronroneaban dentro del agua. Los he secado, los he colocado con sus hermanitos, he obligado a su madre que los mimara y les diera calor.

Dos horas más tarde, he vuelto a bajar para ver cómo estaba la situación. La madre estaba a punto de tener un orgasmo de ronroneando, porque los gatitos no paran de recorrerla todo el cuerpo (intentaban alimentarse), creo que no sabe que es ella quien debe cuidarlos a ellos. Sí, esta es una madre como dios manda...

Definitivamente, después de ver esto, me niego a tener hijos.

Saludos.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Tierra Santa; Hijos Del Odio.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Son cosas de la naturaleza. Ahora veremos si consiguen salir adelante que es lo difícil.

Por cierto, eso si que es una práctica, eh?
Anónimo ha dicho que…
XD me recuerda a una gata que tube que al acabar de parir se lió a patazas contra las bolitas por no saber muy bien que eran dejando tmb placenta.
Suerte tubieron de que estubieramos viendo el parto para ayudarla.

Saluditos!!
Zuviëh S.F. ha dicho que…
Archi, deberán tener mucha suerte xDDD.

Diuska mis gatas no sé como se las arreglan que siempre lo hacen a escondidas y de madrugada.

Saludos.
Anónimo ha dicho que…
Ufff menos mal que al final salieron!!!