Pendientes nuevos.

Estate más de treinta mintuos de rodillas bajo las mesas en la sala de los ordenadores de la universidad, buscando los putos pendientes imantados que tu padre te regaló el día anterior como recuerdo de su último viaje a Cracovia y verás cómo:

1. Estás de mal humor.

2. No los encuentras.

3. Maldices habértelos puestos.

4. (Y la más importante) Tienes los pantalones, por la zona de las rodillas, sucios.

La vez que los pendientes de recordini de mi padre, no me traigan anécdotas exasperantes, dejaré de ser yo. ¡Ah! Ayer tuve que desmontar unos cascos 'profesionales' porque se me habían colado dentro.

Saludos.

* Nota: El exceso de palabras soeces y una muestra clara de mi lengua viperina, implica que recomiende que este post no es apto para menores de edad, al igual que casi todo el blog.

** Nota: Enganchado en la pata de la silla de delante estaba el muy hijo de puta...

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Muse; Endlessly.

Comentarios

Okok ha dicho que…
Peor es buscar una lentilla en la pista de una discoteca siniestra, justo cuando pinchan La Canción Del Momento y todos los zapatones y boazas bajan a bailar U.U

No la encontré :(
Anónimo ha dicho que…
Pendientes imantados??? que interesante, solo necesitabas un iman gradote (que ya supongo no tendrías).. pero lo de los cascaos si que es alucinante!!!!. un beso