Las uñas, de negro

Cuando estoy con exámenes o en una situación con presión o estrés, me pongo muy, muy nerviosa, y elimino mi ansiedad atacando a mis uñas. El resultado de tal agresión, podría acabar en una carnicería si no tuviese una alternativa para cuando ya no hay uñas que morder y escupir. Porque, aunque no haya mejor placer que arrancar toda la zona 'blanca' de las uñas, si me paso, acabo con heridas en los diez dedos...

¿Solución? Sí, pintarlas, y, obviamente el color predilecto para hacerlo es el negro. No hay nada más desagradable que morder y acabar con un trozo de 'plástico' llamado esmalte de uñas, que sabe mal y huele peor. Como conozco ya esta maldición uñera desde los doce años, no las muerdo cuando están negras, sino que me paso las horas arrancándolo, dejándolas limpias, y para entonces, los nervios y la ansiedad se han descargado gracias a esta actividad.

Otra vez me he visto obligada a pringarme las uñas de esmalte negro, menos mal que me gustan cómo me quedan, pero ya veremos cuánto tiempo aguantan intactas.

Saludos.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  HIM; The funeral of hearts

Comentarios