22 Aniversario del nacimiento de Marta

Sí, hoy es el cumpleaños de Marta, y no lo escribo aquí para berrear un feliz cumpleaños, pues he optado por decírselo a su cara "feliz cumpleaños capulla", con una sonrisa maliciosa le he dado los regalos: una postal hecha a mano con unas "instrucciones" para los regalos, que más bien era intrigarla y hacerla reir que otra cosa, un preciosos diario donde he escrito una historia (que para el que le interese la pondré aquí ahora en cursiva -para el que se la quiera saltar- ya que prometí que lo haría) y finalmente una vela de una cosa transparente con unas flores de color fucsia en medio...

Que disfrutéis de la lectura (aquéllos que lo deseen), ah es algo pastelosa, Marta es pastelosa así que he tenido que curramelo un poco para hacer el estilo adecuado (está fatal, pero dudo que lo pueda hacer mejor)

En el fondo de un bosque, allí se encontraba, confundiéndose con luciérnagas y aumentando a belleza de aquellos árboles, allí estaba, una pequeña hadita fruto de los corazón de miles de niños y niñas que, con su ferviente creencia le daban amor, poder y vida.

Con su brillo tenue, por el cual no se destacaba, como una estrella en una noche oscura, que completa el paisaje pero no se nota. Allí estaba, volando alegremente, oliendo y admirando plantas, flores y animales: olor y vida... Cómo le gustaba estar allí, cuánto se alegraba de estar viva, pero había algo que le impedía ser realmente feliz.... No se sentía completa, algo le faltaba, pero no sabía que era, pues, con su joven e inocente corazón, fruto de aquellos que creían en ella, no había conocimientos de amor.

Entre doradas, rojizas y verdes hojas, con un leve toque plateado en los troncos y un sinfín de colores alegres y vivos en las flores, la hadita iba recogiendo frutos y plantas necesarios para sus pequeños conjuros, había una planta en especial que le gustaba conservar, aquélla con un toque fucsia que daba alegría a su alrededor y en su hogar, la ponía en botes transparentes y así sus buenas vibraciones podía absorber.

Un día paseando por su hogar, encontró a un joven que parecía haberse perdido, un leve rubor tiñó su pálido rostro, la belleza de aquel ser era abrumadora, con unos ojos claros, una tez levemente tostada, un pelo oscuro azabache con suaves ondas semejantes a las del agua cuando esta es turbada.

Aquellos ojos notaron su presencia; ella, asustada, intentó correr e irse; pero él, rápido y preciso, la atrapó en sus manos ¿Qué ser era ése? ¡Nunca había visto nada así! Vestida con un traje que cambiaba de color dependiendo del lugar donde se encontrase, con unas alas translúcidas con leves brillos acuosos y una mirada inocente y profunda. Ese ser le había cautivado.

Aquel ser le sonrió, no sabía realmente porqué, pero notaba que parte de su corazón había sido robado, no lo entendía, realmente no ¿Cómo era posible, que, un ser como aquel, que ni tan sólo sabía qué era, le hubiera cautivado de aquella manera? Ambos notaron que sus corazones se iban sincronizando poco a poco.

EL joven pidió a la hadita que le ayudara a encontrar el camino a casa, pues estaba cansado y ansiaba dormir, la hadita le ofreció que se quedara esa noche con ella, pues era muy tarde y difícilmente podría llegar fuera del bosque antes de anochecer, y , aunque el lugar donde vivía era muy agradable, diversos seres malvados podrían atacar y hacerle bastante daño. El joven aceptó.

La hadita, aumentó de tamaño, para poder hablar con tranquilidad con aquel joven, fue una noche maravillosa y cada vez se notaba más el profundo amor que iba surgiendo poco a poco entre estas dos almas, tan iguales y distintas a la vez.

Al día siguiente, la hadita acompañó al joven hasta el linde del bosque, desde allí podría volver a su hogar, no sin antes hacerle prometer que volvería, se despidieron con un leve pero apasionado beso, abrazados se prometieron en alma y corazón, amor eterno...

Pasaron los días y las semanas, luego los meses y el joven no volvía... La hadita que estaba preocupada decidió salir de la protección del bosque para ir en busca de su amor, cual fue su sorpresa encontrarlo con una joven, muy hermosa pero estúpida y con mal carácter.

Se enfadó, no le hubiera importado si aquella joven fuese amable y buena persona, pero olvidarse de ella por un ser tan despreciable... una niebla rojiza tiñó su mirada, conjuró un cuchillo grande y afilado y se lo lanzó.

La joven gritó, porque de golpe vio que la camisa blanda de su amante se había teñido de rojo, el joven con una mirada atónita notó que la punta del cuchillo atravesaba su pecho... Empezó a ahogarse y a ver borroso...

En su último suspiro oyó la voz de su querida hadita diciéndole: "te lo has ganado" y murió. La hadita se quedó tranquila y con una sonrisa cínica supo que le había roto el corazón, como él le había hecho a ella.

Volvió a su amado bosque, pero allí nunca sería feliz, ya no, había destruido su propia alma, ya no era inocente como aquellos que creían en ella...

FIN

PD. No todo es de color de rosa, así que he tenido que dar mi toque personal, pues el mundo está lleno de falsedades y te hacen daño, puedes elegir la venganza o encender una vela con la planta amada de la hadita, ella eligió le venganza... ¿Qué harás tú?
¿Quieres salvar el alma de la hadita? Pues sigue escribiendo porque tal vez ella se haya adentrado en tu corazón para poder elegir el camino correcto.


Recordad: Morded o Seréis mordidos

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